Terapias

Embolización de Aneurismas Cerebrales

Se trata de un tratamiento que sirve para ocluir los aneurismas cerebrales mediante el su taponamiento interno realizado a través de sus arterias y guiado con rayos X (tratamiento endovascular).

Se realiza tras una hemorragia cerebral en la que se demostrado por otros estudios de imagen (generalmente mediante angiografía digital o con TC) que está producida por un aneurisma, con el objeto de evitar una nueva ruptura. También se realiza cuando el aneurisma aún no se ha roto y se ha diagnosticado en una de las pruebas radiológicas que le han practicado para el estudio de diversos síntomas (pérdida de visión, cefaleas, visión doble,….) que pueden o no estar producidos por el aneurisma. En estos casos el objeto de tratamiento es prevenir una hemorragia producida por su ruptura.

Es realizada con equipos de rayos X de alta tecnología llamados angiógrafos digitales por neurorradiólogos expertos y especializados. Se realiza en salas de radiología digital dotadas de todo tipo de equipamiento anestésico al igual que existe en un quirófano, con presencia de un anestesista. Se emplea habitualmente sedación o anestesia general.

Se pincha un vaso sanguíneo, generalmente de la ingle y a continuación se introducen en su interior unos tubos flexibles, llamados catéteres, que llegarán hasta los vasos sanguíneos del cuello. A través ellos, se introduce otro pequeño catéter que se hace avanzar hasta la lesión a tratar, procediendo a introducir a través del mismo distintos materiales hasta conseguir su cierre total o parcial. Los materiales de embolización suelen ser espirales de platino (coils) con o sin recubrimiento biológico

Angioplastia de Carótida

Se trata de una intervención que sirve para dilatar los vasos sanguíneos del cuello, de modo que se pueda corregir una estrechez de los mismos y mejorar así la circulación sanguínea cerebral, realizado a través de sus arterias y guiado mediante rayos X (tratamiento endovascular).

Es realizada con equipos de rayos X de alta tecnología llamados angiógrafos digitales por neurorradiólogos expertos y especializados. Se realiza en salas de radiología digital dotadas de todo tipo de equipamiento anestésico al igual que existe en un quirófano, con presencia de un anestesista. Se emplea en todos los casos anestesia local y en ocasiones puede ser necesaria la sedación o anestesia general.

Se pincha un vaso sanguíneo, generalmente de la ingle y a continuación se introducen en su interior unos tubos flexibles, llamados catéteres, que llegarán hasta los vasos sanguíneos del cuello. A través ellos, se dilatará el estrechamiento del vaso con unos catéteres con balón y suele ser necesario colocar después un tubo o prótesis (stent) en su interior para mantener abierto el vaso sanguíneo.

Para controlar el desarrollo del procedimiento se emplean un contraste yodado (que es introducido a través de los catéteres) y rayos X. El procedimiento dura entre 60 y 90 minutos. Finalizado el procedimiento, se extraerán estos tubos y se comprimirá con la mano el lugar de la punción para que no se acumule sangre (hematoma).

Embolización de Tumores

Se trata de un tratamiento que sirve para ocluir las lesiones tumorales del cuello, cara y cerebro o médula a través de las arterias y guiado con rayos X (tratamiento endovascular).

Se realiza generalmente en tumores muy vascularizados (meningiomas, paragangliomas o tumores glómicos, hemangiomas …) localizados en el cerebro, cuello, columna vertebral y/o médula espinal para disminuir al máximo el sangrado intraoperatorio. Suele practicarse en los días previos a la cirugía para reducir el riego sanguíneo de la lesión lo que permite acortar el tiempo quirúrgico y reducir la necesidad de transfusiones durante la intervención.

A veces se realiza como procedimiento aislado en tumores inoperables para intentar reducir el tamaño, disminuir el dolor que pueden producir y relentizar su crecimiento. Es realizado en equipos de rayos X de alta tecnología llamados angiógrafos digitales, por neurorradiólogos expertos y especializados en técnicas intervencionistas. Se emplea habitualmente sedación o anestesia general.

Se pincha un vaso sanguíneo, generalmente de la ingle y a continuación se introducen en su interior unos tubos flexibles, llamados catéteres, que llegarán hasta los vasos sanguíneos del cuello. A través ellos, se introduce otro pequeño catéter que se hace avanzar hasta la lesión a tratar, procediendo a introducir a través del mismo distintos materiales hasta conseguir su cierre total o parcial. Los materiales de embolización suelen ser pequeñas partículas o esferas que taponan los capilares del tumor aunque a veces se combinan con materiales de otro tipo como espirales de platino (coils) o agentes líquidos solidificantes.

Embolización de MAV Cerebrales

Se trata de un tratamiento que sirve para ocluir de forma parcial o total las malformaciones arteriovenosas cerebrales mediante su taponamiento realizado desde el interior de su arteria y guiado con rayos X (tratamiento endovascular).

Según el tipo de malformación puede denominarse embolización de malformación arteriovenosa, de fístula arteriovenosa o de fístula dural, de fístula carótido-cavernosa.

Se realiza para evitar su ruptura o para evitar un nuevo sangrado cuando la malformación ya ha debutado con una hemorragia cerebral. En ciertos casos será posible conseguir el cierre total de la malformación en una o en varias sesiones de embolización. Otras veces, cuando la malformación es muy grande, la embolización se realiza para facilitar la cirugía o reducir su tamaño antes de la radiocirugía.

Es realizada con equipos de rayos X de alta tecnología llamados angiógrafos digitales por neurorradiólogos expertos y especializados. Se realiza en salas de radiología digital dotadas de todo tipo de equipamiento anestésico al igual que existe en un quirófano, con presencia de un anestesista. Se emplea habitualmente sedación o anestesia general.

Se pincha un vaso sanguíneo, generalmente de la ingle y a continuación se introducen en su interior unos tubos flexibles, llamados catéteres, que llegarán hasta los vasos sanguíneos del cuello. A través ellos, se introduce otro pequeño catéter que se hace avanzar hasta la lesión a tratar, procediendo a introducir a través del mismo distintos materiales hasta conseguir su cierre total o parcial. Los materiales de embolización más utilizados son los agentes líquidos (solidificantes o pegamentos acrílicos) pudiendo también emplearse las partículas de alcohol polivinílico o espirales de platino (coils). En algunos casos puede ser necesario combinar estos materiales con otros dispositivos como catéteres de balón que ocluyan transitoriamente el flujo arterial.